sábado, 8 de octubre de 2011

Cognición y Aprendizaje II

Aprendizaje y cambio cognitivo

Desde aproximadamente 1960 y hasta la mitad de los años 80, la investigación cognitiva estaba dedicada principalmente a la naturaleza del conocimiento y de las habilidades, y solo de forma  periférica a su adquisición. Dicho de otro modo, la ciencia cognitiva era una ciencia del saber mas que del aprender.

Lo que se ha aprendido acerca de la naturaleza del saber y acerca de las diferencia entre expertos y novatos ha sido sumamente valioso para ayudar a describir lo que hay que aprender con tal de acercarse a la complejidad del pensamiento humano. Pero la investigación no demostró cómo la gente llegaba a convertirse en experta, y mucho menos cómo los demás podían ayudarles a hacerlo lo cual, por supuesto, es el problema central de la educación-. Para la mayoría, los esfuerzos para enseñar conceptos difíciles de forma más clara y directa, o enseñar a los estudiantes las estrategias metacognitivas o de resolución de problemas que caracterizan el pensamiento experto, no han funcionado. Los estudiantes practicaban lo que les enseñaban pero no parecían aprender cuándo o cómo aplicar las nuevas ideas o habilidades. Por otra parte, en programas de descubrimiento o exposición relativamente desestructurados, se dio repetidamente el fenómeno de que los ricos son cada vez mas ricos esto es, mientras que los estudiantes inicialmente avanzados a menudo prosperaban, los más débiles no solo no lo hacían sino que a veces incluso perdían terreno cuando se les comparaba con los estudiantes que seguían métodos más tradicionales de práctica supervisada y memorización. Nada de esto es sorprendente desde la perspectiva constructivista. Sin embargo, ha sido desalentador descubrir que los estudios sobre conocimiento experto no trajeron consigo una idea clara de cómo alcanzar una instrucción satisfactoria.

En la segunda mitad de los 80, el interés que ya mostraban unos pocos científicos cognitivos por los procesos de aprendizaje comenzó a extenderse a otros científicos de la comunidad de investigación cognitiva. El nuevo enfoque se refiere al aprendizaje como cambio cognitivo. Hay poca ortodoxia en la nueva investigación cognitiva. Se han desarrollado diversos enfoques y metodologías que van desde los análisis intensos de describir de forma microgenética el aprendizaje conceptual hasta la investigación inspirada en el conexionismo sobre la evolución de las habilidades y el conocimiento, o los análisis de los limites biólogicos en el cambio conceptual. Los métodos analíticos o descriptivos coexisten con los experimentos tradicionales. Se usan varios tipos de modelo formal, normativa y conexionista. Las intervenciones relativas a la instrucción juegan su papel como herramientas de investigación.

Nuevas concepciones sobre la transferencia

Aproximadarnente un siglo de investigación sobre la transferencia del aprendizaje escolar al extra-escolar, o incluso entre asignaturas escolares, solo ha aportado resultados decepcionantes. Hay pocos indicios de que lo que se aprende en una situación se aplique espontánea o fácilmente a otra distinta. Algunos estudios (Nisbett et al., 1987) sugieren que la consideración de la teoria thorndikiana de los elementos comunes cuando se aplica a reglas de razonamiento de nivel superior, además de la enseñanza directa sobre cómo aplicar tales normas en situaciones aparentemente dispares, puede producir una generalización sustancial.

Un enfoque alternativo  recupera un concepto abandonado acerca del concepto de la transferencia como un proceso de aprendizaje en dominios específicos antes que como una aplicación directa de lo que ya ha sido aprendido. En estas interpretaciones (Brown, 1990; Greeno, Smith, y Moore, 1992) no investigamos cómo los conocimientos o la habilidad son transportados como un todo de una situación a otra, sino cómo el aprendizaje y la ejecución en un medio prepara al alumno para aprender las reglas, los hábitos y los conocimientos apropiados para otra situación.

Aprendizaje ,intencional y habitos de la mente

Aunque la enseñanza directa de las estrategias del aprendizaje ha tenido un éxito lirnitado en la práctica educativa, hay una conceptualización mis amplia de las estrategias de aprendizaje que, de acuerdo con los primeros resultados experimentales, parece prometedora. Se trata de una concepción que interpreta la habilidad de aprendizaje como un grupo de hábitos -de cuestionamiento, de elaboración, de dedicación deliberada al esfuerzo personal de entender y comunicarse con los demás-. En esta concepción, el énfasis no se pone tanto en las estrategias de aprendizaje específicas como en favorecer el control del aprendizaje a los estudiantes (Bereiter & Scardamalia, 1989). Existen numerosas tradiciones investigadoras que ponen de manifiesto esta concepción: algunas teorías sobre la personalidad sugieren que el auto-concepto del aprendiz está en juego; la psicología social ofrece teorías elaboradas de la atribución a través de las cuales la gente explica el éxito y el fracaso y de ese modo dirigen sus futuras actividades; el desarrollo del niño nos dice cómo se socializará en determinados roles y conducta

Estos trabajos sugieren que los hábitos cognitivos y las maneras de comportarse pueden formarse de modo análogo a la forma en la que se desarrollan otros rasgos de la personalidad. Esta concepción esta generando investigaciones sobre las formas de crear entornos para el aprendizaje que favorezcan los hábitos de elaboración mental activa y autocontrol asociados con el aprendizaje eficaz.

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